l igual que tenemos un botiquín de primeros auxilios para adultos en casa, con todo lo básico para estar preparados por si ocurriera algún incidente o accidente doméstico, los niños y bebés de la familia también deben tener el suyo propio.
Para hablar con mayor propiedad, la Asociación Española de Pediatría (AEP) lo define así: “Un botiquín es un conjunto de medicinas y otros utensilios que sirven para tratar dolencias comunes o practicar los primeros auxilios en caso de lesiones”. Pero ¡cuidado!, ya que puedes caer en el error de tener medicamentos o utensilios de más, debe ser algo “sencillo y contener solo lo necesario. Al prepararlo hay que seguir un conjunto de recomendaciones para evitar que los niños puedan intoxicarse con su contenido, algo que, por desgracia, ocurre con demasiada frecuencia”, aseguran desde la AEP.
Para asegurarnos de que en nuestro botiquín de primeros auxilios no falte lo esencial hemos consultado al doctor Roi Piñeiro Pérez, miembro del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Coordinador del Pediamécum, una base de datos documental de los principios activos de uso común en pediatría creada por el Comité de Medicamentos de la AEP, y Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario General de Villalba.
¿Por qué deberías tener un botiquín de primeros auxilios para tu hijo en casa?
¿Es necesario tener un botiquín de primeros auxilios en casa? “Más que necesario, diría que es prudente tener uno, para poder resolver en casa pequeños accidentes o síntomas menores, sin necesidad de tener que acudir al Centro de Salud o a las urgencias hospitalarias. Si, además, lo tenemos todo bien guardado en un maletín, será más fácil llevarlo con nosotros durante las vacaciones. Podemos crear nuestro propio botiquín o comprar uno que ya venga hecho. Es importante revisar su contenido cada cierto tiempo, o reponer los productos una vez se hayan utilizado”, nos explica el doctor.
Los básicos de un botiquín para niños
Según recomienda el Dr. Piñeiro, un botiquín básico para niños, para tener en nuestra casa a mano, debería tener lo siguiente:
- Un termómetro.
- Tiritas de distintos tamaños.
- Gasas estériles, vendas adhesivas y esparadrapo o cinta adhesiva de uso médico.
- Pinzas sin dientes y tijeras de puntas redondeadas.
- Guantes.
- Mascarillas.
- Gel hidroalcohólico.
- Suero fisiológico.
- Desinfectantes como povidona yodada o clorhexidina.
- Bolsas de frío instantáneo desechables.
- Una linterna.
Según recomiendan desde la AEP, un botiquín de primeros auxilios “también se utiliza para guardar la medicación de uso ocasional que necesitan los niños con alguna enfermedad crónica. Eso puede incluir broncodilatadores para el asma, antihistamínicos para niños con alergias, cremas con corticoide para dermatitis atópica, etc”. Y es que, tal y como nos cuenta el pediatra existen tantos botiquines como familias diferentes y podemos decidir “si lo consideramos, que estos medicamentos estén en el mismo botiquín o bien los podemos colocar en un maletín diferente. Hay recomendaciones, pero no hay normas fijas ni protocolos”, asegura.
Pero lo cierto es que el pediatra nos cuenta que existe una cierta controversia en torno a si un botiquín debe contener o no medicamentos. Según nos explica: “Desde mi punto de vista, añadir algunos analgésicos menores como, por ejemplo, paracetamol o ibuprofeno, es una opción bastante razonable. En cualquier caso, un botiquín de primeros auxilios no se debe convertir en un dispensario casero ni un cajón de sastre de varios medicamentos, pues existe el riesgo de equivocarnos de fármaco con las prisas y el estrés que suele suponer una situación en la que son necesarios los primeros auxilios”, advierte.
Cómo debe ser el botiquín de primeros auxilios de un bebé
No es lo mismo medicar a niños mayores de 2 años que a bebés recién nacidos, o aquellos que se encuentran en la franja de edad que va desde los 0 a los 24 meses. Esto es debido a que actúan de forma diferente en su organismo, además de que las dosis también varían dependiendo del peso y talla del pequeño.
Por estos y otros motivos, un botiquín de primeros auxilios de un bebé será distinto al de un niño de edad más avanzada, y el pediatra nos explica el por qué: “Las diferencias básicas serán los jarabes, si es que hemos decidido incluir medicamentos en nuestro botiquín, y las clásicas toallitas y productos para el cuidado diario del área del pañal. Se pueden añadir también cremas para picaduras de insectos o para quemaduras de la piel. Otra opción razonable es incluir los sobres para preparar soluciones de rehidratación oral en caso de gastroenteritis”, recomienda el doctor.
Dónde colocar el botiquín en casa
Los expertos recomiendan guardar el botiquín siempre en el mismo lugar para que en una situación de estrés o nervios como puede suponer un accidente doméstico con niños, sea fácil recordar su ubicación y poder acceder a este rápidamente; eso sí, siempre y cuando esté ¡fuera del alcance o vista de los niños! “También puede estar en un armario independiente, preferentemente cerrado con llave o a una altura donde no lleguen los niños pequeños. Esto es especialmente importante si el botiquín contiene también medicamentos para los adultos”, dicen desde la AEP. Para finalizar, el Dr. Piñeiro hace especial hincapié en esta advertencia: “Lo que nunca nos cansaremos de repetir los pediatras es que se mantengan los medicamentos fuera del alcance de los niños, pues las intoxicaciones por fármacos continúan siendo un motivo demasiado habitual de consulta médica”, asegura.
Fuente: Hola!